No todos los estudiantes aprenden de la misma manera. A unos el estímulo visual les llega antes, a otros el auditivo, el táctil o el kinestésico. Si descubres qué tipo de aprendizaje sigues, podrás conseguir que tu rendimiento académico sea mayor y mejor.
APRENDIZAJE BASADO EN ESCENARIOS PRÁCTICOS ( ABEP)
EL ABEP COMO METODOLOGÍA FORMATIVA
El Aprendizaje basado en Escenarios Prácticos (ABEP) es un programa de entrenamiento competencial que constituye una adaptación del modelo formativo Story Centered Curriculum de Roger Schank. El ABEP consiste en la recreación de una simulación práctica en la que el alumno ha de resolver un problema en el marco de una historia ambientada en un entorno profesional. El ABEP parte de un relato, diseñado con objetivos de aprendizaje, para favorecer que el alumno asuma el rol de un personaje y realice unas tareas siguiendo un proceso formativo. El ABEP es un enfoque metodológico que determina todo el diseño de una acción formativa. Todas las técnicas que se utilicen en el curso han de estar subordinadas a la metodología del ABEP. El método del ABEP persigue los siguientes objetivos:
Favorecer un aprendizaje práctico del alumno.
Generar un aprendizaje experimental. El ABEP genera vivencias educativas y emociones ya que el alumno es un personaje de una determinada historia.
Ofrecer una enseñanza atractiva. Se pretende que el aprendizaje se desarrolle en un contexto interesante, cercano al alumno, que tiene que desarrollar una misión motivadora.
EL PROCESO DE APRENDIZAJE DEL ABEP
Un ABEP sigue el siguiente esquema:
El punto de partida es una historia en la que se identifica el personaje que ha desempeñar el alumno y el problema que se ha de resolver.
A continuación el alumno ha de seguir un proceso estructurado para solucionar el problema. En ese proceso, el alumno deberá desarrollar actividades y obtener información de una serie de recursos (lecturas, historias, expertos, etc.)
El alumno ha de entregar las tareas encomendadas con el soporte que se determine.
El profesor/tutor ha de corregir los documentos entregados, y ofrecer un feedback al alumno.
El alumno ha de rehacer el documento, siguiendo las instrucciones del profesor. Este esquema es simplemente una orientación de los pasos que han de seguirse; pues también se pueden incluir otras fases complementarias: como sesiones de aclaración de conceptos teóricos o sesiones de interactuación de los grupos.
ELEMENTOS Y ROLES DEL ABEP
El rol del alumno consiste en desempeñar el personaje correspondiente de la historia, seguir el proceso de actividades diseñado, entregar la tarea, y corregirla siguiendo las instrucciones del profesor.
El papel del profesor en el ABEP es el de un facilitador. Por una parte, puede intervenir en el proceso estructurado como “experto” o “tutor” que puede ser consultado. En ese caso, nunca debe resolver el problema al alumno: el profesor actúa como un facilitador para que el alumno descubra por sí mismo la solución. Por otra parte, el profesor será el encargado de corregir la tarea, y de dar instrucciones al alumno para que la revise. El profesor también puede intervenir al final del ABEP para poner en común enseñanzas, volver sobre conceptos teóricos y sacar conclusiones.
El ABEP puede realizarse mediante el trabajo en grupo, aunque no es obligatorio. En ese caso, cada grupo encarnará al personaje identificado en el ABEP (todos los grupos serán el mismo personaje).
Si se incluyen clases teóricas en el ABEP, estas se programarán siempre después de la entrega de las tareas, y servirán para reforzar los conceptos teóricos puestos en práctica en la dinámica de aprendizaje. Es recomendable que en estas clases los alumnos o grupos relaten como se enfrentaron al problema; y el profesor subraye los aprendizajes más importantes del proceso.
El ABEP se puede desarrollar en el Centro formativo o a distancia. Si es en el centro formativo, cada alumno o grupo deberá poder trabajar de forma autónoma y tener acceso a los recursos del ABEP. El ABEP también se adapta muy bien a la clase a distancia; únicamente se deberá prever cómo se facilitarán los recursos y el acceso a los tutores.
DISEÑO DE UN ABEP
1. Formulación de los objetivos de aprendizaje.
Antes de diseñar un ABEP, se han de formular los objetivos de aprendizaje expresados como acciones o actividades que el alumno será capaz de realizar después de la actividad formativa. Los objetivos de aprendizaje son los que orientarán la construcción del ABEP.
2. Identificación del problema del ABEP.
Para construir el ABEP se ha de partir de un problema concreto sobre el que gravitará todo el proceso. El problema ha de cumplir con las siguientes características:
Ha de relacionarse con los objetivos de aprendizaje. El problema que plantee la historia debe dar pie a utilizar las técnicas y recursos que permiten garantizar los objetivos planteados con el curso.
Ha de ser un problema que resulte próximo al mundo profesional del alumno. El problema ha de estar ambientado en la Administración Pública.
3. Redacción de la introducción del relato del ABEP.
Una vez que se ha seleccionado el problema, el ABEP se construye a partir de un relato que contextualiza el proceso formativo. El relato se construye con la misión que han realizar los alumnos, las diferentes tareas que han de entregar y todos los documentos que les sirven de apoyo. En todo caso, lo primero es elaborar la introducción del relato del ABEP que define la problemática y la misión del alumno. El relato debe tener obligatoriamente los siguientes elementos:
Descripción del contexto en el que se va a desarrollar la acción. La historia ha de ser realista e interesante para que capte la atención del alumno.
Breve definición de la organización sobre la que versará el ABEP. (Un ministerio, una Dirección General, un Organismo Autónomo, etc.).
Identificación del personaje que interpretará el alumno. El personaje ha de ser una persona que se relacione con el puesto de trabajo del alumno, de forma que el participante se pueda identificar con él.
Identificación del problema a solucionar.
Identificación de la misión del alumno y de las tareas que ha de realizar. Las tareas planteadas deben permitir evaluar si el alumno ha alcanzado los objetivos de aprendizaje. La extensión de la introducción del relato es variable, se recomienda que no sea inferior a una página y que no sea superior a tres.